“Yo es que no quiero utilizar las redes sociales, no van conmigo”. A día de hoy, visto cómo funciona el mundo y lo avanzadas que están las tecnologías, me resulta increíble seguir recibiendo este tipo de comentarios de mis clientes. Y es que el papel de las redes sociales en tu negocio es mucho más importante de lo que puedas llegar a imaginar.
Ya te expliqué en el primer post acerca de la digitalización de tu negocio que era imprescindible que empezaras a bichear las redes en busca de tu cliente ideal y de tu competencia, y que este era uno de los primeros pasos a seguir si querías de verdad que tu negocio digital fuera a alguna parte. Por eso, ¡no es de extrañar que haya tardado tan poco en volver a sacar el tema a relucir!
En este post voy a explicarte, no solo los motivos por los que las redes sociales en tu negocio son importantes, sino también qué es lo que no debes hacer en ellas si no quieres perder tu tiempo y los pocos seguidores que puedas tener.
Estar en redes no es publicar fotos de tu perro
Si jamás has utilizado las redes sociales o solo las has utilizado para uso personal, es posible que tu idea de redes sea:
- Subir alguna foto a Instagram o Facebook cada dos meses
- Compartir fotos de tu perro o gato
- Compartir imágenes con frases que te gusten en una calidad terrible
Si te has sentido mínimamente identificado/a con alguna de estas afirmaciones (o aún peor, con las tres), voy a decirte la frase que todo el mundo teme y que seguro conoces: tenemos que hablar.
Las redes sociales pueden tener dos funciones, y sí, por supuesto, una de ellas es la de mantenerte en contacto con ciertas personas e ir viendo qué es de su vida mediante fotos, vídeos y stories. Esta ha sido tu realidad hasta ahora, y vas a tener que despedirte de ella.
La otra función de las redes y la que tú necesitas en tu vida desde ayer, es la de conectar con tu cliente potencial. Tienes que conocerle, saber qué le gusta, qué busca, qué comparte, qué desea.
Para esto no puedes seguir publicando una vez al mes, no. Siento decirte que necesitas lo que te repetiré una y mil veces: estrategia. Todas tus publicaciones deben tener clarísimas tres cosas:
- Qué vas a publicar
- Cuándo lo vas a publicar
- Para qué lo vas a publicar
Todas tus publicaciones, todo lo que compartas, debe tener un sentido, un propósito. Si no, es como ir dando palos de ciego a ver si hay suerte y algún día aciertas. Y quizás eso pudiera funcionar cuando salieron las primeras redes, o cuando Instagram salió a la luz por primera vez, pero me temo que a día de hoy, esperar a la suerte es una pérdida de tiempo.
Bienvenido a tu nuevo escaparate
Ya hemos hablado de esto: antes tenías una cristalera preciosa en la que colocar ciertos objetos, u ofertas, para que resultara más atrayente para las personas que pasaban por delante. Pero ahora, en el mundo de internet, tu calle puede convertirse en el equivalente a Benidorm en invierno: tienes suerte si te encuentras a un viandante.
Además, debemos tener en cuenta que ahora las personas están expuestas a una cantidad brutal de publicidad de manera constante, por lo que ser innovador y destacar por encima de tu competencia es algo imprescindible (o bueno, lo es si quieres tener un negocio mínimamente próspero).
Digamos que tienes una oportunidad, que dura unos dos segundos, máximo, para convencer a esa persona de que debe quedarse a mirar tu contenido. Y, si aunque decida quedarse a prestarte un mínimo de atención, lo que has publicado no le aporta nada ni le resulta interesante, se irá igual de rápido que llegó.
Instala el lenguaje de redes sociales en tu negocio
Steve Jobs una vez dijo: “Acércate más que nunca a tus clientes. Acércate lo más posible, para que puedas decirles lo que necesitan, antes de ellos saberlo.”
Y ¿cómo vas a acercarte a tu cliente si no estás en el mismo lugar que él? O, mejor aún, ¿si no hablas su idioma? Por supuesto no me refiero a hablar español, inglés, o mandarín, sino a cómo transmites el mensaje y cómo tu mensaje es percibido.
Hace años, lo más importante en la comunicación digital eran los posts escritos de blog o de Facebook. Un poco después, con Instagram lo que importaban eran las imágenes. Fotos, fotos y más fotos. Luego aparecieron las Stories, vídeos cortos y dinámicos, que desembocó en la creación de Tiktok (una red social en la que existe una resistencia mucho mayor que con Instagram, por ejemplo), y aquí estamos, ante una audiencia que no se queda a ver vídeos de más de 30 segundos y que por norma general, no lee (a no ser que les interese mucho, mucho el tema).
Por eso es tan importante que pases un tiempo inmerso en las redes sociales, que identifiques en cuál de ellas está tu audiencia, y sobre todo, que pruebes como si te fuera la vida en ello.
Otra opción siempre ha sido y será contratar a una persona que haga todo esto por ti, por supuesto. Un trafficker digital o un Social Media Manager podrán ayudarte a trazar una estrategia para llegar mejor a tu audiencia y a todos esos clientes potenciales que todavía no saben que existes.
Sea como fuere, ya sabes que yo siempre te recomendaré que, aunque no te encargues tú de ello, es importante que sepas cómo funciona y tengas claros los conceptos básicos de las redes sociales, cómo funcionan y cómo sacar el máximo partido de ellas. Por eso hoy te recomiendo que le eches un ojo a este reto gratuito de Ana Camacho, experta en comunicación estratégica. Durante 5 días, descubrirás con ella los errores que más se cometen en Instagram y que te hacen perder ventas. Además, te enseñará a convertir tu perfil de Instagram en, como lo llama ella, “una máquina atrapa clientes”. ¿Suena bien, verdad?